Tras rodearse de antiguos compañeros en su etapa como jugador en los Warriors, sus intenciones eran construir el equipo alrededor de Jason Richardson, camiseta nba kobe bryant Mike Dunleavy Jr. En su etapa en los Lakers (entre los 32 y los 36 años), Wilt ganó un anillo y promedió 17,7 puntos y 19,2 rebotes. Ayer Ramona Shelburne publicó en ESPN un artículo (muy recomendable, como siempre) aprovechando la llegada de LeBron a Los Ángeles, donde los rumores echan humo mientras los Lakers hacen espacio salarial para dos súper estrellas. Yo he jugado toda la vida al baloncesto, y siempre sabes que alguien en el equipo te puede ayudar en un momento, como tu puedes ayudarle a él.
Su hermana Marta y él estaban todo el rato jugando partidos», llegó a confesar su padre. En la capital de California dio un resultado inmediato, aumentado sus números anotadores año tras año en las tres temporadas que pasó allí, hasta superar los 20 puntos de promedio por primera vez en su carrera. De nada. No sé si estamos volviendo al base-base de antes, pero lo que sí creo es que Llull cada vez tiene menos de base. Los Lakers apuntalan con Artest sus opciones de revalidar el título -por si ya eran pocas- y pierden a la vez a uno de los jugadores clave para conseguirlo este año, Trevor Ariza, que se marcha precisamente a Houston. Ambos son dos buenos defensores, pero Artest aporta un plus de experiencia, fiabilidad en ataque y reacciones imprevisibles.
Era el primero desde 1975. Al año siguiente fueron Kobe Bryant y Jermaine O’Neal. Conocida como el joven Amir Johnson consiguieron ocho títulos entre los dos Kobe Bryant. No crees que es más justo un campeón tras una liga regular como en tus tiempos para que no se vean situaciones como las del pasado año en que 3 malos partidos del Barça dieron la liga al Caja Laboral? Otras estrellas como Shaquille O’Neal o Alonzo Mourning habían firmado por cantidades parecidas, pero que lo hiciera además un chaval de 21 años era una poderosa señal de descontrol. De hecho, la Juventus incluso la invitó a su estadio y le regaló una camiseta especial para mostrar cuánto apreciaban su apoyo. De hecho, renegaba de su altura real por temor a que por medir siete pies quisieran hacerle jugar de pívot. Un jugador con la altura de un pívot, el manejo de balón y la visión de juego de un base, la habilidad de un alero para jugar de cara al aro y capacidad para defender cualquiera de las cinco posiciones.
Se notó mucho dolor en el rostro del legendario jugador de los Spurs. Cuando Kevin Garnett fue elegido en quinta posición del draft de 1995, hacía 20 años que ningún jugador de instituto saltaba a la NBA. Sin embargo, el jugador neoyorquino esconde esta cara de Jekill cuando inicia algunas de sus campañas humanitarias. Los últimos, en 1976, habían sido Darryl Dawkins y Bill Willoughby, cara y cruz de un fenómeno que en buena medida revivió con Garnett. Kevin Garnett ya había sido All-Star en su segunda temporada, era la gran esperanza de los Timberwolves para ser por fin una franquicia relevante y jugó muy bien esas cartas en la negociación. Los fichajes de Sam Cassell y Latrell Sprewell le dieron el mejor respaldo que tuvo nunca en los Timberwolves. Los propios Minnesota Timberwolves pretendían que durante la primera temporada viviera con una ‘familia de adopción’.